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Las 13 claves de la comunicación aplicadas al Big Data

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Las 13 claves de la comunicación aplicadas al Big Data

Hace tiempo escuche que: “la única tarea que no se puede delegar es la comunicación”. La forma en la que transmitimos se convierte en una función inherente que nos diferencia. La comunicación, hace las veces de: esa portada de libro que puede hacer que una lectura te atraiga o ese primer capítulo que hace que te enganches a una serie de Netflix.

Mi nombre es Sara Carmona, soy periodista y fiel seguidora de Dani Pérez y su labor con Objetivo Analista. Hace siete años conocí el Big Data aplicado al deporte y con él su posible vínculo al mundo de la comunicación. Más que un vínculo, comenzó a ser un argumento de valor para poder potenciar mi mensaje y su objetividad. 

Con esto no quiero decir que los datos sean la panacea de la objetividad, ni mucho menos. Considero que se minimizan riesgos y se reduce la subjetividad de los juicios a expresar, siempre que se trate el dato con respeto y se le de el lugar que corresponde.

Los datos y su esencia comunicativa comenzaron a ser un recurso diferencial en mis intervenciones televisivas. Se creó en la televisión de mi ciudad, Valladolid, una sección exclusiva de información a través del dato, de la cual me hice cargo hace cuatro temporadas.

Accedí con este formato a un medio nacional como es Movistar Plus, donde dirigí la sección de Big Data en el mítico programa El Día Después. Compartí plató con Julio Maldini, Carlos Martínez, Mónica Marchante, Morientes, Gerard o Álvaro Benito, entre otros.

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Comunicar, una necesidad que se entrena

Comunicar dista mucho de ser un hecho improvisado. Como muchos otros aspectos de la vida se entrena, se trabaja y está pautado por grandes expertos que te guían en la escalada comunicativa. 

La forma en la que decimos las cosas transmite mucho más que el contenido del mensaje. Según estudios basados en miles de variables de la psicología, pedagogía, humanismo y de otros aspectos biológicos, se confirma que cómo decimos las cosas  y nuestro lenguaje corporal suponen entre el 80 y 85 por ciento de un mensaje; dejando de esta manera cerca de un 20 por ciento al contenido.

Os habéis parado a pensar en la grandísima diferencia que hay entre preguntar a alguien: ¿me has entendido?; a preguntar: ¿me he explicado bien? En el primero de estos ejemplos la carga y responsabilidad de la comprensión se atribuye al receptor, en el segundo al emisor.

Esto hay que tratarlo con respeto y más en una materia tan compleja como es la transmisión de información numérica o estadística. Hagas la pregunta que hagas de las dos mostradas anteriormente, ya hay algo que estás haciendo muy bien. ¿Sabes qué es? Simplemente preguntar.

Cotejar que la comunicación es efectiva entre quien emite y quien recibe ese mensaje. Que el canal comunicativo transmite y el mensaje surte efecto. Y recordad, tanto en nuestra vida personal como laboral, unas veces somos emisores y otras receptores, pero la comunicación es intrínseca a nuestra vida.

Tras años recibiendo el feedback de compañeros y telespectadores, me he ido dando cuenta de que tan importante es escuchar como hablar. Que tan importantes son los silencios explicativos como las propias oraciones. Que a la hora de comunicar lo importante no eres tú, si no quién va a recibir tus palabras.

Por ello, quiero que me acompañes en esta síntesis enumerada de factores que, para mi, componen el esqueleto de una buena comunicación. Este listado está enfocado y ejemplificado de cara a comunicar, principalmente, información numérica, estadística e incluso de análisis deportivo.

Las 13 claves para potenciar tu comunicación

1. Evaluación previa del receptor

¿Cuál es su formación? ¿Podrá entenderme si utilizo palabras muy técnicas? A nivel deportivo, incluso técnico-táctico, seguramente habléis con personas con amplios conocimientos.

Pero en el momento en el que tengáis que hacer referencia a vuestros sistemas, herramientas o métodos tecnológicos de Big Data o análisis, debéis tener la capacidad de distinguir cuando están entendiendo vuestro mensaje.

2. Efecto de primacía y recencia en comunicación

Esto significa algo tan sencillo como que recordamos mejor lo que sucede al principio o al final, en detrimento de lo que recordamos de las partes intermedias. ¿Sabéis que ejemplo se pone mucho en este caso? Eurovisión.

No os asustéis, este es un tema serio, pero pensadlo, ¿no os pasa que en ese tipo de eventos, o incluso en las ponencias, recordáis mejor a las personas que actúan antes y al final que a las del medio? Os adjunto una imagen para que veáis esto de manera gráfica:

Gráfico ilustrando el efecto de primacía y recencia en comunicación

3. Estructura deductiva

Se considera más sencillo de entender una idea que ha sido explicada desde lo general a lo concreto. Conseguir que un marco genérico, que puede ser conocido, nos guíe hasta una idea más compleja y probablemente desconocida.

Por ejemplo, si queremos tratar una métrica compleja de un jugador, podemos empezar por contextualizar a este jugador en rankings más sencillos. Avanzar de forma deductiva y terminar en la explicación final que deseamos comunicar.

4. Vínculo entre principio y final

Es muy interesante que al acabar tu muestra puedas volver a tratar la idea inicial. Una especie de “guiño guionizado” a tus primeros pasos en el trabajo que has comunicado. Esta especie de “pescadilla que se muerde la cola” hace que tu trabajo gane sentido y se muestre como una idea coherente.

5. Respetad sus tiempos y haced respetar los vuestros

Si tenéis que mostrar el resultado de un extenso análisis de seguimiento a un director deportivo, a un entrenador o a otro miembro del cuerpo técnico planificad el cómo y el cuándo. Aseguraos de que vais a poder explicarlo con el tiempo mínimo para poder hacerlo cómodos y tranquilos. Del mismo modo que concederéis a quien os escucha el mismo beneficio.

6. Preguntas de control

Interesaos, con total normalidad, sobre el proceso comunicativo. Por ejemplo: ¿estás de acuerdo?, ¿cómo profesional, qué crees que podemos mejorar?, ¿me estoy explicando bien?, ¿añadimos algo? Esto aumenta la implicación del receptor y con ello, el interés.

7. Confianza en el contenido, gesto desenfadado

Estos elementos están relacionados. Un gesto natural aportará credibilidad a vuestro mensaje, pero un gesto de enfado o incertidumbre hará que la persona que tenemos delante se plantee más cuestiones sobre vuestra persona que sobre vuestro trabajo. Que la responsabilidad de una muestra de resultados o una cantidad ingente de datos no os haga tener un gesto serio.

8. Preparad las reuniones y muestras de contenido

No solo se trata de preparar la información a tratar (informe), si no preparar cómo tratar ese contenido. No solo el qué, sino también el cómo. Así seréis capaces de: conocer vuestras debilidades, qué datos son más potentes, podréis estar prevenidos ante posibles preguntas, etc.

9. Infografías

Siempre que sea posible dotad vuestro trabajo de material visual. En Big Data es muy común poder representar páginas de distribución farragosa con buenos gráficos. Facilitad el trabajo a quien os escucha y lee.

10. Gestionar los silencios

En un contexto profesional trabajar estas pausas es vital. Más aún con cuestiones tan complejas como las que, en ocasiones, nosotros tenemos que transmitir, ¡hablar de números con palabras es complicado! Existen muchos tipos de silencios y tenemos que lograr saber utilizarlos. Están los silencios apreciativos, los de aceptación, etc. Pueden ir acompañados con nuestro lenguaje corporal (por ejemplo, asintiendo con la cabeza).

11. La importancia de las repeticiones

Repetir no significa espetar sin descanso la misma cosa una y otra vez, si no jugar inteligentemente con buenos sinónimos y con la ejemplificación para transmitir con eficacia.

12. Poned buenos ejemplos

Tener la capacidad de ejemplificar es tener la capacidad de crear un paralelismo más sencillo de entender para otras personas. Reforzar una explicación con un ejemplo distinto no solo hace que se te entienda mejor, si no que aporta cercanía a tu idea. Y si además, la consecución de ese otro ejemplo es exitosa, puedes aportar sensación de seguridad y éxito.

13. La comunicación es continua, dinámica y transaccional

Tener esto en cuenta y manejarlo a nuestro favor nos puede beneficiar.

La comunicación nunca empieza de cero, sino que tiene unos antecedentes y, a la vez, servirá para la siguiente comunicación. Ese es el motivo por el que se considera que es continua

Precisamente esta continuidad también la convierte en dinámica, ya que está siempre funcionando y evolucionando, sin detenerse nunca.

Para terminar, todo ese proceso continuo y dinámico hace que sea también transaccional, con todos los elementos presentes relacionados entre si.


Cada uno de estos elementos han de interpretarse teniendo en cuenta el contexto exacto que nos ocupa. Cada consejo podrá ser más o menos útil, o se aplicará de una forma u otra en un contexto de comunicación u otro.

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Acerca del autor

Sara Carmona

Periodista deportiva y presentadora a nivel nacional. Entrenadora de Fútbol.

Estudió periodismo en la Universidad de Valladolid, donde también realizó un Experto deportivo en Análisis Big Data.

Con fines comunicativos y de difusión, hace 5 años crea una sección de análisis BigData en la Televisión de Castilla y León. Poco después exporta este formato a Movistar Plus, al mítico programa El Día Después.

Es profesora en el Máster de Big Data Deportivo de la UCAM y realiza ponencias y formaciones en este entorno a nivel nacional.

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