Como analista muchas veces identificamos ciertos patrones en los jugadores de fútbol. Tendencias en determinados movimientos o acciones técnicas que se repiten de manera regular: conducciones, salida en regate o orientación del juego con predominancia hacía la misma banda. Hay muchos motivos que explican que esto se produzca. Hoy hablamos de uno de ellos: el ojo dominante en el futbolista.
¿Qué es el ojo dominante?
Los seres humanos tenemos 2 ojos que nos proporcionan en común la visión binocular. Aparentemente iguales, pero en realidad hay uno que es el jefe, el que manda de manera inconsciente a la hora de enfocar los objetivos, el ojo dominante.
¿Y la lateralidad ?
Básicamente es la preferencia a utilizar un lado del cuerpo sobre el otro, la explicación de por qué somos más hábiles con un lado del cuerpo. Pero hay muchos tipos de lateralidad: de manos, piernas, cadena, hombros, pies, ojos y oídos.
Escribir con la mano derecha no significa que el resto de lateralidades sean hacia el mismo lado. Puedo ser zurdo jugando al fútbol, pero diestro escribiendo. Hay diferentes relaciones entre lateralidades: mano-pierna, mano-ojo. La que nos interesa a los analistas de fútbol es la relación de lateralidad pierna-ojo.
En función de esta relación, podemos considerar:
- Dominancia homogenea: cuando el ojo dominante es el del mismo lado que la pierna preferente (ojo derecho-pierna derecha, ojo izquierdo-pierna izquierda).
- Dominancia cruzada: cuando el ojo dominante es del lado contrario que la pierna preferente (ojo derecho-pierna izquierda, ojo izquierda-pierna derecha).
Un jugador homogéneo diestro tendrá una forma de jugar y de actuar muy distinta de un cruzado diestro.
En relación con el fútbol, ¿qué importancia la dominancia para los futbolistas?
La dominancia es considerada un factor de gran influencia en ciertos deportes, como el tiro con arco o el tenis, donde este aspecto está ampliamente estudiado, sobretodo con el caso de Rafa Nadal. Pero es un concepto que también está siendo evaluado en los futbolistas.
Los movimientos producidos como consecuencia de una estimulación del ojo dominante presentan tiempos de reacción más cortos que los evocados por el ojo no dominante (Minucci, Connors, 1964).
Paul Dorochenko, uno de los mayores expertos del tema, afirma que la velocidad con la que respondemos puede aumentar si utilizamos el nuestro ojo dominante, así como la relación ojo-pierna dominante tiene mucho que ver con la motricidad de un futbolista.
Messi es un ejemplo de relación ojo-mano cruzado, pero ojo-pierna homogenea.
Messi es homogéneo. Se para en la banda derecha porque así tiene una visión amplia del espacio que intenta abarcar. Su ojo y su pierna dominante es la izquierda: si se parara en el otro lado del campo, su tendencia sería la de mirar hacia afuera. Si se fijan Messi va sobre seguro, hace casi siempre la misma jugada y los mismos movimientos. Hace lo que controla. Desde ya que tiene un gran talento y es creativo, eso no se discute. Pero Maradona era cruzado y para mi en la fase de destreza y habilidad era superior a Messi…” Dorochenko
Dorochenko sugiere que los zurdos homogéneos y los cruzados son “exhibicionistas y narcisistas” (ideales para ser porteros, extremos o delanteros), mientras que los homogéneos diestros son “ordenados y cerebrales” (defensas centrales y mediocentros).
Propuesta para analistas: conocer la relación ojo-pierna de mis jugadores
Nosotros como analistas estamos con la responsabilidad de conocer el juego, los equipos y los jugadores de la manera más detallada y profunda posible. Estamos acostumbrados a tener fichas e informes individuales de jugadores con sus características, por ejemplo:
- Edad
- Posición
- Altura
- Peso
- Características técnicas, tácticas, físicas…
- Pierna dominante
¿Y por qué no incluir también el ojo dominante? Cada uno tendrá un campo visual preferencial diferente que afectará a determinados comportamientos del jugador en el campo.
El conocimiento de la lateralidad del atleta nos permite una mejor comprensión de su técnica y el desarrollo de un entrenamiento personalizado en el cual potenciar su lado no dominante (Dorochenko, Paul).
Teniendo en cuenta que las lateralidades afectan a la motricidad y el rendimiento de un jugador, conocer este dato puede ayudar a mejorar los procesos de entrenamiento y realizar diferentes adaptaciones físicas, mentales y tácticas específicas para este jugador en concreto.
Como preparadores, podemos intentar potenciar su lado dominante (o mejorar su lado débil) para mejorar su rendimiento.
¿Cómo identificamos el ojo dominante?
Lo sé, te estás preguntando cómo narices identificar el ojo dominante del jugador. Para tu equipo es fácil y hay varías técnicas.
Yo os recomiendo la técnica del triangulo:
- Ordena a tus jugadores que hagan un triangulo con las manos, teniendo los brazos extendidos.
- Deben enfocar un objeto a 4/5 metros de distancia en el medio del triangulo.
- Cierra un ojo y mira el objeto
- Cierra el otro ojo y vuelve a mirar el objeto.
- En uno de los 2 casos anteriores, el objeto se sale del triangulo y en el otro se queda relativamente centrado. Éste último es el ojo dominante.
De momento no he encontrado la manera para identificarlo en los rivales. Se te ocurre alguna? 🙂
Al fin y al cabo el conocimiento es poder. Éste es un detalle más, probablemente con una influencia mínima en el fútbol (o no), pero creo que es interesante plantearnos ciertos aspectos del comportamiento de los futbolistas. Como ya sabes, en el fútbol NO está todo inventado…¿Cual será la influencia del ojo dominante?