Desde el 1 de junio entraron en vigor las nuevas modificaciones de las reglas del juego para la temporada 2019/20. Uno de los cambios más significativos ha sido el poder jugar el balón dentro del área en el saque de meta.
Como podemos encontrar en la web de la International Football Association Board (IFAB), la modificación de la regla es la siguiente:
“Regla 16. Saques de puerta: el balón estará en juego una vez haya sido tocado y se mueva con claridad, sin que sea necesario que salga del área penal.”
Trascurridos varios meses desde la entrada en vigor de las nuevas reglas, y con el inicio de las competiciones hemos podido observar que los equipos están abordando este cambio de diferentes modos.
Hay un gran número de entrenadores amantes del juego de posición que no han dudado desde el primer día en aprovechar este cambio e inician sus jugadas con saques en corto y con los posibles receptores del balón muy próximos a la portería. Otros, en cambio, intentan recibir el pase dentro del área, pero más alejados de la portería y otros siguen realizando el saque como se venía haciendo en temporadas pasadas.

Como consecuencia de estos saques en corto, también ha cambiado la forma en la que los equipos realizan la presión. Por todo ello nos viene la pregunta; ¿a quién beneficia más esta modificación de la regla, al atacante o al defensor? Intentaremos explicar en este artículo que beneficios y riesgos puede llevar a nuestro equipo realizar un saque de portería dentro del área.
Inconvenientes
Obviamente hay dos grandes riesgos en este tipo de salida de balón, ante una mala entrega de cualquiera de los participantes se puede producir una pérdida de balón muy próxima a la portería, lo que propiciaría un gol en contra, o realizar un penalti como pasó por ejemplo, en el partido de la 2ª jornada de la Liga Santander, entre Levante U.D. y Villarreal C.F, donde tras una devolución de su central, un mal control del portero hizo que éste cometiese penalti.
Otro de los grandes riesgos que aparecen es que se favorece la presión más cerca de la portería, lo que nos puede llevar a lo comentado en el párrafo anterior, un mal pase o una mala recepción del balón, se produzca muy próxima a nuestra portería.
Beneficios
A pesar de estos dos riesgos que hemos mencionado, muy grandes podríamos decir, aparecen multitud de ventajas. Al encontrase los jugadores del equipo que inicia el juego dentro del área y el rival fuera, hay mayor distancia entre posibles receptores y rivales. Antes al estar todos fuera del área la distancia era menor.
Al iniciar el juego tan próximo a portería, los jugadores reciben el esférico en el carril central, lo que favorece la salida de balón. Por el contrario, en el pasado los jugadores solían estar en los laterales del área, lo que hacía que aquellos que iniciaban el juego estuviesen peor posicionados y tuviesen menos líneas de pase cercanas.
Los porteros en la actualidad pueden realizar pases menos forzados, al estar los compañeros más cerca del balón, por lo que disminuye la distancia de pases y aumenta el número de líneas de pase a una menor distancia.
Se puede crear superioridad en la zona de inicio del juego, al poder llevar varios jugadores dentro del área.

Los equipos que jueguen así pueden conseguir atraer a los marcadores, propiciando que el equipo rival se encuentre más abierto, y si consiguen superar la primera presión aparecerán muchos más espacios en la zona de creación. Esto nos presenta dos variantes; las opciones de asociarse en zonas interiores serán mucho mayores, al disponer de más espacios, y sobre todo si tras superar la primera presión aparece entre líneas un jugador con un buen desplazamiento en largo, puede buscar rápido un envío a la espalda de la defensa tras recibir el balón.
Aprovechando que no hay fuera de juego en el saque de meta, si el equipo rival se encuentra presionando con varios jugadores cerca del área, puede darse una situación de igualdad entre centrales y delanteros, o al menos una situación con un número reducido de jugadores, lo que propicia que aparezcan mayores espacios para el golpeo en largo. Además, de haber un mayor espacio entre la línea defensiva y la portería rival.
En consonancia con el párrafo anterior, podemos añadir que si un equipo posee un portero con una calidad de golpeo buena, el fijar a los rivales cerca del área hará que con un buen saque del portero se eliminen líneas de presión y el equipo pueda aprovechar un mayor número de espacios libres a la espalda de los defensores.
¿Quién es el más beneficiado?
Podemos concluir este artículo diciendo que los más beneficiados con este cambio de norma han sido los equipos que poseen una alta capacidad de asociación y tienen todos los movimientos perfectamente trabajados. Sobre todo, al enfrentarse a equipos que realicen una presión descoordinada. Aun así, sin olvidarnos nunca del gran riesgo que supone esta variante de inicio de juego.
Obviamente también debemos indicar que no todas las plantillas están capacitadas para elaborar el juego desde su propia área y esto supondrá que los equipos con una salida de balón limitada y que a pesar de ello quieran salir jugando, tengan grandes dificultades y sufran pérdidas de balón muy cercanas a su portería. Tampoco podemos olvidarnos de las categorías más bajas, con campos de reducidas dimensiones de césped artificial, en la mayoría de los casos en muy mal estado, o campos de césped natural mal cuidados, que compliquen mucho más la salida de balón.
